domingo, 10 de mayo de 2009

El swing que Sinatra cantó en sus pesadillas



Portishead – Portishead (1997)




La oscuridad rodea como neblina en un salón de baile. Tiene olor a épocas de antaño. Todo está en una radiografía blanco y negro. Roída por el tiempo, nos presenta imágenes de una generación tan lejana. Pero todo se deforma, un ritmo nuevo marca el pulso de una nueva era desconocida para aquellos quienes se acercan a dichoso espacio. Una maquina filtra dichas danzas y las devuelve en forma de suplicios de un década que acaba. Una bella voz de una dama hiela la sangre de los hombres con un tono Soulero tan particular, muy lejos de la candidez de aquellas morochas del pasado y más cerca de alguna muchacha blanca anoréxica a punto del dar su último suspiro.
Y esto sería demasiado poco, screachings, voces artificiales, capas y capas de texturas salidas de otro mundo distante, todo en clave de swing oscuro y alienado, llegando incluso a reclamar ese espíritu vintage, sin olvidar que han pasado más de 40 años y el tiempo ha cambiado.
Todo esto y más podría decirse de la segunda producción de Portishead, Portishead. Aquí nos encontramos con aquella oscuridad y crudeza que no encontrábamos en Dummy, en un sonido más intenso y con texturas más arraigadas.
Todo enmarcado en la fuerte influencia de la música soul/swing de la voz de Beth Gibbons que nos lleva por canciones oscuras, llenas de melancolía, con un espíritu de viejas épocas, como nos puede dar la vintage All mine (más cercana a un tema de Sinatra con atmosfera siniestra y la delicada voz de Gibbons), la fantasmagórica Humming o Only you con un estribillo hermoso, de esos que harían aullar la luna (y si, el sentimiento siempre presente). Beth Gibbons y compañia traen sin recados el sonido que marca una época, donde por suerte las buenas ideas existían y se podía seguir haciendo canciones. ¿Se atreven a apuñalarse el corazón con estas odas a la melancolía? Pues aquí un buen antídoto.




Datos disco

3 comentarios:

  1. Bueno, he aqui una de las bandas que nunca estarán en mi blog.

    Respecto a Calamaro, ¿qué me sugerís?

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  2. Sugiero la obra más pretenciosa al borde del absurdo, el salmon, 5 discos que representan falta total de talento, ideas y el sello tipico de mediocridad que solo calamaro nos regala. Pero esta su criterio, solo doy mi humilde opinión

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  3. Muy buena artículo. Hay discos que con el tiempo adquieren nuevas dimensiones, y está bueno revisarlos en perspectiva.

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