domingo, 9 de octubre de 2011

El punk no permite arrugados


Bad religion – Estadio Malvinas argentinas – 8 de Octubre del 2011
30 años de carrera. Si, 30 años. Eso ya dice mucho de una banda como Bad Religion, más aún que estos casi cincuentones se sacaron de la galera algunos de los mejores discos no solo de la historia del punk, sino del rock en general.

Y hablamos más halla de demasiados artilugios pirotécnicos, de poses o de delirios estéticos, hablamos de 5 muchachos venidos de la tierra del hedonismo y los excesos, plantando una enorme grieta dentro del American way con sus himnos punzantes al eterno inconformismo. Hablamos de gente que desborda energía y pasión por lo que hace pese a las canas y al mundo de mierda que los rodea. Hablamos de uno de los cantantes más virtuosos, precisos y inteligentes de una generación (SI, hablo de Greg Graffin. Jamas leerán virtuosismo y peleles como Malmsteen, Satriani o otros egocéntricos del mundo instrumental sin sustancia de mi boca con aires elogiosos del vamos). Aquellos que la etiqueta de Hardcore y punk rock les queda grande. Eso y más es lo que plantaron y siguen plantando cada vez que pisan un escenario, y eso es lo que presencie este sábado 8 de octubre en el estadio Malvinas Argentinas.

Recuerdo cuando era más pendejo, ver el logo anticlerical, pensar que era la mejor cosa del mundo y ponerme a buscar a ver que tul y enamorarme de las melodías y la vehemencia con que se desplegaba la banda. Así me acerqué más al punk rock (aunque por idas y venidas empecé a escuchar en serio varios años después).

Tuve esa oportunidad de verlos en 2007 y me la perdí, aunque no me arrepiento según me contaron del acontecimiento (nada contra la banda claro).

Sin contar la no presencia de Gurewitz (uno de los principales compositores de la banda y dueño/fundador de Epitaph records, el sello que ayudó al punk rock a mutar a un genero mainstream, lejos de los aspectos positivos/negativos de esto), encontramos a una banda prendida fuego y sin bajar la intensidad por un segundo.

Aunque vinieron a presentar su genial "The dissent of man" (tal vez uno de sus mejores esfuerzos desde aquel "Process of belief de 2002), la banda puso principal enfasis en repasar la mayoría de su discografía (con la omisión de la etapa sin Gurewitz) y llamativamente, la presencia de 4 temas del destacable "The Empire Strikes First de 2004.

Sin importar estos detalles, la banda disparó a diestra y siniestra temazo tras temazo, demostrando porque siguen en esto durante tantos años. Las guitarras apabullaban entre los temas más melodiosos y los giros más al Hardcore. Wackerman dándole sin asco a su batería sin importar lo que dieran los acontecimientos, y Greg Graffin, si, el gran e inconfundible frontman arremetiendo su simpatía y carisma sin igual y dejando todo detrás del micrófono.

Así se sucedían grandes perlas de la ingeniería punk como The resist Stance (del nuevo disco), Social Suicide, 21st Century (Digital Boy). Wrong Way KIds, Sinister Rough (como empieza este tema, mamita querida), Atomic Garden, Recipe for hate (temazo), Do what you want, Generator, The defense (alta sorpreza), Let them eat war (rapeos incluidos) y el final con Sorrow, nadie niega que fue una de las fechas más emotivas de lo que va este 2011.

Esperemos que esto dure un poco más y se despidan con otra fecha tan emocionante como esta, demostrando que son la banda de punk rock más grande del mundo y de lo que queda de el, con sus crisis y corrupción, pero con la música como disparador del cambio.

Setlist