miércoles, 27 de enero de 2010

Escondan a sus hijos, que Amebix llegó al pueblo



Amebix – Arise! (1985)

Mucho antes que los huestes del metal o la música más extrema e experimental disfrutáramos de aquellas bella implosiones atmosféricas y catárticas de los norteamericanos Neurosis, unos ingleses de pocas pulgas en algún mugroso estudio ingles, grababan su disco debut. A nadie debería importar este detalle si no fuera porque son un referente ineludible del señor Scott Kelly y su ya mencionada banda, a no decir otros ejemplos importantes del underground extremo del momento como lo fueron Sepultura, Napalm Death, Deviated Instinct y toda esa movida del llamado crust punk, que tomaba el legado de Discharge y llevaba las cosas a terrenos mucho más extremos y viscerales.
Amebix sin duda llevaba en sus brazos todo un legado de música extrema e intensa, como nos presenta en este vapuliado debut.
Por un lado no hay que negar la importante imfluencia de Venom, con esa suerte de heavy metal que empezaba a tomar la suciedad del punk y lo llevaba a terrenos más oscuros, y porque no de Motorhead, influencia que por momentos es muy visible en la voz de Rob Miller (alias The Baron Rockin Von Aphid), aunque más aproximada a al bozarron de Cronos y algún tempo más cercanos al feeling blusero y mistico de Black Sabbath .
Por otro lado, la banda no teme acercarse a la oscuridad de la escena Post punk y del Goth rock (como era el caso de los Suizos Celtic Frost), por lo que no nos será raro encontrarnos con atmósferas tétricas como en la perturbador tema introductorio The moor, que nos conduce en la malvada Axeman, donde las guitarras a medio tiempo dan una marcha macabra conducidas por lo0s berridos del querido Baron, para terminar a toda marcha y volver al clima opresivo.
Con Fear of God y Largactyl ponen el pie en el acelerador y nos arremeten en un huracán de oscuridad en medio de frases sicóticas, que se nos cuelan como mensajes subliminales.
Para Drink and be Marry nos dan un respiro, que va lentamente in crecendo hasta volver a la furia que nos tienen acostumbrados hasta el oscuro y hasta diría, deprimente final.
Otros temas a destacar son el tema que le da el titulo al disco, con esa tétrica media marcha y los coros, The darkest hour, siguiendo la misma línea de Drink and be Marry sin caer en el costado extremo y Right to right, donde la voz suena por momentos a la de Lemmy y parece casualmente un tributo a su banda desde el vamos y el final con la creciente y oscura Beyond The sun, terminando más calmado de que había enpezado.
Arise! es uno de esos discos que lamentablemente a quedado como un diamante enbruto que solo algunos han sabido apreciar, pero igualmente negar su influencia seria ya idiota a fin de cuentas. Los invito por ende a un viaje en un tenebroso y cavernoso viaje, negar tal ofrecimiento merece caer en el peor de los abismo. ¿A que no se atreven?


Video



Datos disco

domingo, 17 de enero de 2010

La unica guerra esta en la mente





Dalton Trumbo - Johnny Got his gun (1972)



Casi apelando a términos Churchianos, nos encontramos ante una trágica cinta como no hubo otra. Por un lado esta interesante adaptación y casualmente también dirigida por Dalton Trumbo pareciera llevarnos a un camino casi irreal: Al del horror de la guerra dentro de la cabeza de uno de sus participes. Y tal vez nos quedemos cortos. Porque nuestro protagonista no lucha detrás de las trincheras, ni ve el horror ni matanzas, es un simple soldado velando por el típico discurso arquetípico de la sociedad Americana en plena Primer guerra mundial (y entiéndase que ya sabemos a que nos referimos lejos del elitismo que el termino pueda contener), que termina siendo victima y pierde casi todas sus capacidades motrices, estando postrado en una enfermería casi en estado vegetal. Aquí pensaríamos que aquella premisa bélica se esfuma en pos de generar un hilo conductor bastante interesante. El de un enfrentamiento subconsciente entre el soldado, sus recuerdos, fantasías (o sueños he de decir), y el para el casi imperceptible mundo exterior que lo ve como un cuerpo casi inerte. Dentro de esta premisa, nos encontramos ante un film por momentos denso, donde el personaje vive bajo sus limitaciones haciendo reflexiones a la par que desnuda la insignificancia y los males de la guerra. Y ni hablemos del contraste entre las imágenes en blanco y negro y a color donde nos generan un interesante clima en pos de diferenciar sueños de realidad, sumando el oscuro y casi pesimista final. Por supuesto, se plantean cuestiones que moralmente habrán sido chocantes para la época, no solo por la contemporaneidad con la guerra de Vietnam, el tema de la eutanasia y su visión bastante anti propagandística en contraste con filmes como lo fueron Patton de 1970. Sin embargo, tal vez eso es lo que hace a la película algo más interesante aún, porque mostró que el cine bélico estaba haciendo aguas y se podía ampliar el espectro a zonas mucho más dramáticas y cortantes, sabiendo lo que esto implicaba.
Dudo que Dalton lo haya conseguido (si la historia no miente, la verdad que casi nada), pero esta suerte de dura reflexión sobre el imaginario belicista de la sociedad estadounidense es suficientemente interesante como para gastar sus buenas horas tras la pantalla.
Y por su puesto por velar por un mundo más pacifico, aunque con tantas guerras, ese sueño sea casi efímero.


Trailer





Datos pelicula

lunes, 11 de enero de 2010

Lo podrido ya no lo es tanto




Public Image ltd - Metal box (1979)



Cuando el carismático Johnny Rotten decidió colgar los botines de la brutalidad punk (ya saben, ante la separación de los Sex Pistols en 1978), este murió para dar paso a John Lydon. Podemos decir que a diferencia de su contraparte ultraacida, sarcástica y combativa, Lydon se decidió a entrar en terrenos más experimentales cuando fundo la Public Image Limited. Por suerte hay cosas que nunca cambian. El punk seguía ahí. Algo de ese descarado sentido del humor también. Pero nos encontrábamos ante un proyecto donde los sintetizadores y las bases repetitivas tomaban el poder, como un buen tributo al legado de Can y Neu!, a no decir la influencia del Dub.

O sea, olvidémonos del odio compungido al establishment, olvidémonos del minimalismo visceral y digamos hola a los temas largos y elaborados.
El debut autotitulado sin duda fue un gran comienzo para nuestro querido Lydon, pero fue con Metal Box donde demostró quien era y fue referente para muchas generaciones.
Ya con una presentación interesante (una lata con el nombre de la banda impreso), la banda nos llama del inicio a lo inesperado. Albatross puede ser un engañoso comienzo por lo largo, por mostrar a Lydon con una voz mucho más calma y por responder más a la idea de un tema de kraut rock y un poco lejos del querido punk de antaño, aunque con esas guitarras dibujando melodías descontracturadas, oscuras y taciturnas. Pero empieza Memories y nos encontramos un tema rabioso con Lydon mostrando su típica voz payasesca, y aquellos teclados casi rememorando ese sonido épico y un tanto juguetonas y esa oscura base de bajo. Nos encontramos con Swan Lake (Death Disco) y ya desde el titulo parece una declaración de principios. Notamos la guitarra interpretando la conocida melodía de Tchaikovsky mientras el bajo juega con una base funky en medio de una pared de teclados/samples, casi tomando el el disco y doblando a un delirio no apto para todo publico.
Y Poptones en cierto modo vuelve como al principio en pos de bajar las revoluciones, aunque con un poco de la fricción que tanto nos gusta, en un tema suave para el promedio (claro que si hablamos de PIL va ser dentro de sus parámetros exagerados).
Careering nos enseña en atmósferas espaciales al borde del colapso que nos sigue de preámbulo de la animada No birds, donde esa incesante línea de bajo nos descoloca en medio de esos teclados fríos y esos golpeteos de lata. Graveyard nos deja en un estado de estatismo para la taciturna The suit con el querido John recitando burlonamente.
Socialist nos aprisiona en un aire asfixiante y las voces bailotean sin piedad sobre nuestra cabeza.
Para terminar destaca Chant, con ese final esquizofrénico, Radio 4 con esos amenos teclados y el final con la Astrada Bad Baby, en medio de los ritmos repetitivos y los teclados casi en un rito improvisado.

Con un legado a cuestas, nuestro ex enemigo del sistema demostró que la acidez y el sentido del humor exagerado no reniegan del riesgo y porque no, que los que se pudren no lo hacen para siempre. ¿O no querido John?

Video



Datos disco

domingo, 3 de enero de 2010

La muerte no ha tocado a mi puerta V 2.0

Nuevo año y en si hago una revisión de lo que paso en este pasado 2009 y no puedo pensar más que un conjunto de cosas de todo tipo. De eventos de gran fortuna hasta hechos bastante traumaticos. Y si sos Argentina ni te imaginas.

Sin enbargo, el blog dentro de sus irregularidades funcionó bastante bien. Admito errores que podran ser modificables a lo largo del tiempo (pienso revisar fallar si las hubiese) y de paso, prometo agregar más contenido al blog.

Y Si hubo más predisposición de review dentro del mundo de lo cinematografico o musical, etc, no se preocupen, intentare darle más variedad al blog a la proximidad