Hoy no debería sorprender, pero hace un poco más de 10 años, hablar de las nuevas tecnologías (hablo específicamente de Internet y todo lo que conllevaba) como portales a universos distantes o como herramientas que sirvan de entrada a un mundo mejor, sonaba irreal. Bueno, no era el caso de la genial mente de Ryutaro Nakamura que decidió dirigir una de las más interesantes mini series animadas de los últimos años dentro de la animación japonesa. Aunque estamos de acuerdo que la ficción de Nakamura es un tanto exagerada, sin dudas fue una interesante visión dentro de los parámetros de la llamada cultura ciber Punk, y porque no, llevando todo a los limites de lo existencialista y lo filosófico en base a el boom tecnologico de finales de los noventas.
La historia transcurre en el universo de una joven de 14 años llamada Iwakura, una niña de secundaria que lleva una vida un tanto normal aunque un tanto alejada de los furiosos avances tecnológicos del momento. Todo esto pasa hasta el suicidio de una de sus compañeras. Se encuentra ante un universo donde la realidad es confundida con el mundo virtual y he ahí donde el espectador no sabe donde pararse. Sumémosle momentos de pura lisérgia donde acentúan colores fosforescentes y juegos de imágenes al borde de lo insano. No esta decir, que los trece capítulos buscan en su conjunto profundizar ese mundo que emergía, dentro de la Internet, y darle un cuestionamiento entre lo filosófico, lo dogmático y lo existencial, sin necesidad por suerte de recurrir a cualquier exceso que tal vez arruine el aura reflexiva de la serie. Desde ya, la reflexión busca ser algo más por suerte de "el mal tecnológico" y todo parece virar al mal del "exceso tecnológico” por lo que al espectador se lo deja con más preguntas que respuestas en la mayoría de los casos.
Pero en fin, después de unos cuantos años, Ryutaro Nakamura se erigió con una obra excelsa y en muchos de los casos bastante interesantes para el gusto de aquellos que buscamos algo que reviva aquella profundidad que generaban Neon Genesis Evangelion o Cowboy Bebop y no quedarnos con simples nostalgias.
La historia transcurre en el universo de una joven de 14 años llamada Iwakura, una niña de secundaria que lleva una vida un tanto normal aunque un tanto alejada de los furiosos avances tecnológicos del momento. Todo esto pasa hasta el suicidio de una de sus compañeras. Se encuentra ante un universo donde la realidad es confundida con el mundo virtual y he ahí donde el espectador no sabe donde pararse. Sumémosle momentos de pura lisérgia donde acentúan colores fosforescentes y juegos de imágenes al borde de lo insano. No esta decir, que los trece capítulos buscan en su conjunto profundizar ese mundo que emergía, dentro de la Internet, y darle un cuestionamiento entre lo filosófico, lo dogmático y lo existencial, sin necesidad por suerte de recurrir a cualquier exceso que tal vez arruine el aura reflexiva de la serie. Desde ya, la reflexión busca ser algo más por suerte de "el mal tecnológico" y todo parece virar al mal del "exceso tecnológico” por lo que al espectador se lo deja con más preguntas que respuestas en la mayoría de los casos.
Pero en fin, después de unos cuantos años, Ryutaro Nakamura se erigió con una obra excelsa y en muchos de los casos bastante interesantes para el gusto de aquellos que buscamos algo que reviva aquella profundidad que generaban Neon Genesis Evangelion o Cowboy Bebop y no quedarnos con simples nostalgias.
Opening
Datos serie
Actualmente andaba en busqueda de algún anime interesante, lo ultimo que vi fue Detroit Metal city (si no lo viste, miralo YA) y antes de eso Death note (idem anterior) .. asi que tu recomendacion se agradece, salutte!
ResponderEliminarDesconocía esto por completo...me gustó el concepto de insanidad
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