sábado, 27 de junio de 2009

Prisionero de la realidad


The trial (1962)




Muchas veces ser adelantado a tu tiempo puede ser algo no muy agraciado, y más si hablamos del caso de Orson Welles, aquel personaje que llego a la fama gracias a su chocante trasmisión de radio teatro representando la obra de H.G Welles "La guerra de los mundos", que llevo a una suerte de paranoia colectiva.
Gracias a ese fenómeno, termino con la suficiente capacidad para trasladarse al mundillo del séptimo arte y logró su máximo opus, citizen kane (1941) logrando reconocimiento total de el medio y del público, además de un oscar. Aquel film marco el sello característico de Welles, en base a atmósferas y buen uso de recursos en pos de crear una poética y significación única.
Lamentablemente, sus otros trabajos terminaron sin pena ni gloria, aunque teniendo reconocimiento por parte del publico.
Pero en particular, el caso de the trial (1962) es muy particular. Por un lado, hablamos de una adaptación del libro de Kafka del mismo nombre (el proceso en su versión en español).
Por el otro, el imaginario de Welles lleva las cosas a lugares nunca antes vistos. La película lleva un clima denso, no recomendable para aquellos que no esten en un estado anímico/mental les recomiendo que pasen a otra cosa.
La historia es tan simple como compleja: Josef K (protagonizado por Anthony Perkins) es un oficinista que sufre la detención por un delito que desconoce y se le comunica del proceso en su contra. Toda la película sigue básicamente una lucha entre el personaje y la búsqueda de la verdad, que en cierto modo lo exonere de su culpabilidad. La sucesión de imágenes genera muchas preguntas sin respuestas, pero al mismo tiempo busca crear un clima de alienación único que genera reflexiones. Lo perturbador es que todo esto genera un clima que en cierto modo esta más cercano a un ideario surrealista del más pesadillesco llevado a la realidad y de por si la conclusión pareciera una critica de la sociedad industrial y las funciones de los hombres en la misma, la vana lucha del hombre por ser algo diferente en un medio sin significado y la necesidad de opresión en pos de la subsistencia, como en varios momentos donde los personajes muestran una conducta carente de sentido o expresión su conformismo a la situación, o el personaje de el abogado Hastler, encarado por el mismo Orson Welles, cuando utiliza la frase “Muchas veces es mejor ser encadenado que ser libre”.
The trial es un film difícil, donde no importa necesariamente lo que se ve sino lo que se siente, donde la reflexión es lo que busca contenido, y donde los personajes contribuyen a una realidad caótica no muy lejos del mundo que pertenecemos.
Y estará en uno comparar y decir si la novela le generó aquel mundo de asfixiante que tan verazmente soñó Kafka. Aún así, Orson Welles logra con un buen arsenal de ideas y sin irse de contexto, contar el declive de la civilización post modernista en este film, y eso es poco decir.



Trailer





Datos pelicula

No hay comentarios:

Publicar un comentario